Estamos esperando nuestro momento de pasar, andamos con una lentitud cercana a la locura y por momentos pareciera que el tiempo retrocede, cada metro ganado desaparece y nos vemos a nosotros mismos encerrados en nuestras naves espaciales, camuflados en pieles de gentes solo para tener algo en común con lo comun.
Nuestra comunitaria trancadera crece a cada minuto llenandose de bichos provenientes de pedos mentales y chakis morales, es un placer ayudarles a andar el camino de este museo de elaboradas pajas mentales sin otro fin que el mostrar lo perverso de lo chistoso sin miedo ni censura.
¡Felíz carnaval!
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